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miércoles, 21 de marzo de 2012

BIENVENIDO AL NUEVO MUNDO



Con todo su cuerpo sudado y su rostro lleno de gotas que al caer en la tierra rojiza largaban hilos de humo, Julián no pudo contenerse más  y comenzó a llorar fuertemente. Hacía más de cuarenta grados centígrados y nunca había experimentado nada similar en su vida, mejor dicho, en su otra vida.
-¡Para de llorar!, no te preocupes… ya sé que tienes mucho calor, pero no te va a pasar nada, estás muerto-dijo el diablo seguido de una enorme sonrisa.
Julián quiso responderle pero solo emitió palabras inconexas, sin sentido.
-¿Qué dijiste?, ¡No te entendí!- Comento el demonio.
Con la cabeza gacha, mirando fijamente el suelo, trago saliva y temblando dijo: -No lloro por el calor, lloro porque este lugar no me pertenece.
La criatura se aclaro la garganta y poniéndose el puño debajo de la boca, largo una fuerte tos forzada.  De una pila de  hojas agarro un papel con sus dos enormes manos rojizas, sus uñas eran negras y largas. Dijo:
-Julián Luis García, 47 años, casado, dos hijos, causa de su muerte: explosión de un sifón de soda cerca de la cabeza. ACUSADO DE: matar a 5003 mosquitos, 4021 moscas, 3568 hormigas, 2001 cucarachas y 7 abejas. -¡Mato a 14600 seres vivos! , ¡14600 VIDAS! –Le grito fuertemente el monstruo con su voz tan grave que lo caracterizaba. -¿Alguna pregunta? ¿Quieres decir algo más?-le pregunto el demonio.
El hombre invadido de un escalofrió que le helaba la piel y sin parar temblar: quiso contestarle al demonio pero no tuvo palabras, solamente lo miro. Miro como se curvaban sus cuernos, sus dientes afilados y negros, sus ojos como víboras de color amarillo patito. Su enorme altura que sobrepasaba los dos metros,  como se le notaban sus costillas marcadas por enormes cicatrices. Pero no pudo decir nada y volvió a cerrar la boca.
-¡¡Llévenselo!!- grito Lucifer seguido de un fuerte silbido. De la oscuridad, salieron dos demonios que caminaban muy extraños con sus patas de cabras, llevaban cada uno un tridente en sus manos derechas y poseían unas colas que revoloteaban continuamente con unas puntas en forma de flechas. Son igual que su amo pero en escala normal- pensó Julián. -¡Nooooooooo!- grito hasta quedarse sin aliento. -¡Nooooooooo!-  exclamo seguido de lágrimas. Los demonios lo tomaron  con sus manos con mucha fuerza y le quemaron la piel dejándole marcas y quemaduras de segundo grado. Lo condujeron hasta donde terminaba el túnel y comenzaba a verse una luz anaranjada muy fuerte. Enormes montañas con lagos de lava por todas partes era el paisaje principal. El ambiente se encontraba todo dentro de un enorme cráter que parecía no tener fin. Julián siguió gritando la palabra NO continuamente  mientras lo arrastraban por el piso y descendía en forma oblicua.
Abrió los ojos y comenzó a ver el territorio donde se encontraba. Miles de personas trabajando con picos y palas, desnutridos, horriblemente sucios. Un volcán hizo erupción y pudo ver como lentamente la lava que bajaba iba quemando a cientos de personas que estaban tirados en el piso sin fuerzas hasta cubrirlos por completo. Cerró los ojos nuevamente mientras escucho a uno de los demonios decir: -¡BIENVENIDO AL NUEVO MUNDO!-seguido de una risa muy diabólica que jamás olvidaría hasta la eternidad.

1 comentario:

  1. Muy entretenido relato, Pablo. Transmite la desesperación del tipo y al mismo tiempo te hacen sonreír las razones por las que fue al infierno.
    Saludos

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