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EN ESTA PAGINA ENCONTRARAN RELATOS Y CUENTOS DE TERROR QUE HE ESCRITO ESTOS ÚLTIMOS AÑOS, IRÉ PUBLICANDO SEMANALMENTE UN RELATO, LA IDEA ES RECIBIR COMENTARIOS Y QUE PUEDAN DISFRUTARLO, ME GUSTARÍA HABLAR CON GENTE QUE TAMBIÉN ESCRIBE Y HACER NUEVAS AMISTADES...¡BIENVENIDOS!

jueves, 26 de enero de 2012

EL HOMBRE DEL PARAGUA GRIS



La ciudad había amanecido por una fuerte tormenta que no daba tregua. Muchas de las calles habían quedado inundadas, haciendo que el agua les llegue hasta las rodillas a sus habitantes que caminaban por las mismas. Se habían provocados embotellamientos en consecuencias de esas calles anegadas, muchos árboles habían caído destrozando algunos automóviles estacionados o bloqueando las calles. Y tres personas acababan de morir electrocutadas por pisar cables de la luz en contacto con el agua.
En medio de todo este caos que vivía la ciudad de Rosario, un hombre con paraguas gris paseaba por la peatonal  de la misma, haciendo compras y mirando las vidrieras de varios negocios comerciales, como si fuera un día normal y corriente. Es que necesitaba hacer las compras y había llegado unos minutos antes de que la tormenta comenzara. Al igual que él, muchas otras personas realizaban la misma actividad: pasear por el centro de su ciudad, sin importar el mal tiempo.
Se diferenciaba de las personas normales porque el tipo del paraguas gris elegía los días de lluvia a propósito y escondía un secreto que nadie conocía. Y ese secreto,  podía ser aplicado únicamente los días de lluvias. En especial, cuando el diluvio era fuerte. Le encantaba conocer mujeres por medio de su vieja y amiga arma de seducción: el paraguas. Nunca le había fallado ninguna vez con las mujeres que decían tener el estado civil de soltera, o aparentaban serlo.
Tenía varios condimentos universales que hacía a las mujeres caer rendidas ante este hombre tan amable y de hermosa sonrisa.
Contaba con: buen humor, buena presencia, buen dialogo, buena inteligencia y buena musculatura.
Todo este grupo de cosas “buenas” se podía apreciar fácilmente en el trayecto que esta persona hacia desde el lugar que la mujer se encontraba hacia el lugar que la misma tenía como destino.
En esta ocasión la victima de sus encantos, que acepto fácilmente fue una mujer de veintitrés años llamada Nadia.  Estaba debajo del toldo de una panadería, a mitad de cuadra. De esta manera el señor del paraguas gris se pudo dar cuenta de que no quería tomar colectivos, ni taxis, ya que la parada estaba en la esquina de la calle, solamente tenía como objetivo esperar que pare la lluvia o disminuya a llovizna.
Comenzó el dialogo como siempre, haciéndole la propuesta de que él tenía ganas de conocer una nueva amiga a cambio de que ella aceptara dejarse acompañar con su paraguas hasta su destino que tuviera en mente.
 Y de forma gratuita, como solía bromear siempre.
 Nadia, después de titubear durante unos cinco segundos, acepto la invitación. La conversación del trayecto fue muy fluida e interesante, los dos habían crecido en el mismo barrio, hablaron de sus trabajos, de sus familias, de los viajes que habían realizados y principalmente del mal momento que estaba atravesando la mujer: su madre luchaba contra el cáncer y se encontraba en crítico estado.
Estando en el zaguán de su casa, el hombre consoló a la mujer dándoles buenos consejos para afrontar la situación y ella con una sonrisa en su boca le dio las gracias devolviéndole como regalo un largo y pasional beso. A continuación lo invito a tomar un café para seguir conociéndolo más que aquella media hora que le había parecido eterna. El hombre del paraguas gris acepto fácilmente a su invitación.
La casa era de estilo antiguo por sus ventanales y altas puertas, contaba con un patio lleno de variadas flores de las que pudo reconocer algunas especies, como las rosas, los Jazmines, las violetas y los Tulipanes.  En una mesa de plástico empapada por la lluvia, dejo su paraguas abierto que siguió bañándose por gordas gotas de la lluvia.
La charla continúo en la sala del living, mientras tomaron unas tazas de café acompañado de unas masitas dulces. Una gata siamesa pasó frotándole su cuerpo entre las piernas del hombre, era la única mascota que contaba la mujer. Nadia había encendido el televisor, sintonizado en un canal de música, que se escuchaba suavemente de fondo.
De repente el hombre la impacto con una extraña sorpresa. Le comento que le mostraría las tres cosas que acababa de comprar esa mañana. La primera fue una caja de bombones en forma de corazón que se la dio diciéndole que era un regalo por ser tan bella y buena persona. La mujer se quedo desconcertada ya que jamás hubiera imaginado recibir un obsequio tan pronto de aquel hombre que acababa de conocer. Les dio las gracias y le dijo que amaba los bombones de chocolate. De la segunda bolsa saco unos guantes negros que se los calzo para ver cómo le quedaban. Comento que estaban en oferta y que pronto los necesitaría. La mujer asintió con la cabeza pensando que a pesar de los días calurosos que habían pasado, faltaban solamente dos semanas para la llegada del invierno.
Y lo último que saco de una de sus bolsas, fue un enorme cuchillo de caza que lo alzo mirándole su parte afilada. –Y este cuchillo es para cortarte todo tu preciado cuerpo al haber dejado pasar a un desconocido a tu domicilio- grito enfermizamente seguido de un aullido.-¡Maldita perra!-le grito mientras se levantaba de la mesa del living. Comenzó a reír como una hiena sin importar que algún vecino levante sospechas. Su voz no era la misma, era ronca y muy aguda.
Nadia horrorizada  también se levanto y comenzó a gritar pidiendo ayuda. -¡Ayuda! , ¡Ayuda!, ¡Por favor!, ¡Alguien me quiere matar!


Con una sonrisa muy siniestra, se acercaba cada vez más lentamente a su víctima. Esta, aterrada por como se había transformada la cara de su atacante, sintió como un fuerte escalofrió le recorrió todo el cuerpo. Tomo un florero que posaba como centro de mesa y se lo arrojo pegándole en una de sus piernas. ¡Me la vas a pagar!- dijo seguido de otro grito.- ¡puta!-
 La mujer apresuradamente siguió avanzando hacia atrás cuando se olvido que una pila de cajas al costado de la mesa ratona se encontraba a sus espaldas. Se tropezó cayendo hacia atrás haciendo romper el vidrio de la mesa, que estallo en muchos pedazos. Su víctima se encontraba servida. Quería volver a gritar pero sintió que sus pulmones no tenían aire para hacerlo. Su pecho se había cerrado al golpear fuertemente. Comenzó a llorar. El hombre se acerco y lanzo una serie de trece puñaladas hacia el cuerpo de su víctima. Un gran charco de sangre comenzó a manchar el piso debajo del cuerpo de Nadia que se encontraba suspendida por las maderas de la mesa ratona. El individuo se alejo pronto para no dejar huellas de sangre con sus zapatillas. Se saco los guantes y los metió en una de las bolsas junto al cuchillo que no paraba de gotear. Tomo el paraguas y se alejo de la escena del crimen. La fuerte lluvia seguía sin cesar, pocas personas se cruzo hasta llegar hasta su domicilio. Pasaron treinta y siete días para que el hombre del paraguas gris saliera nuevamente al encuentro de una nueva víctima. Mientras caminaba por las calles céntricas de su querida ciudad, entonaba alegremente una canción de una banda local llamada el regreso del colacanto. La letra de la canción decía en su estrofa principal: “te conozco de algún lado, no sé si me conoces, en la cola de algún banco tal vez, o tal vez del mismo bar… o bajo de algunas lluvias que vuelven, por un segundo amigos a la gente…”     


 





9 comentarios:

  1. Están buenos, pero te falta técnica. Tenés que pulir un poco el texto porque hay frases mal redactadas y otras redundantes. Usás mucho la frase "del mismo" que no se usa en literatura. Una parte que deberías corregir: "por pisar cables de la luz en contacto con el agua". Si está en contacto con el agua, el agua está electrificada, por lo tanto mueren al tocar el agua, no el cable.
    Tenés buena mano y sos ingenioso.
    Podés ver algunos cuentos míos en: http://leadrudi.blogspot.com/
    Y este es un blog con el fin de hacer un pseudo taller literario online:
    http://elalquimistadelapalabra.blogspot.com/
    Fuerte abrazo desde Córdoba.

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  2. muchas gracias x comentar, la verdad que era justo la clase de comentarios que estaba esperando ya que la mayoria me decia que estaban buenos pero me faltaba escuchar la otra parte, voy a corregir lo del agua electrificada,estos son los primeros relatos que escribo, espero mejorar con el tiempo y hacer un curso, despues paso por tu blog, saludos

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Hola!
    También escribo, hace poco abrí un blog también y veo que tenemos gustos similares.
    Me gustó tu cuento, y creo también que hay detalles por pulir, o por lo menos yo lo veo así. Tampoco soy corrector, solo aficionado. Y apunto porque leí que te gustaría escuchar "la otra parte"
    "La ciudad había amanecido POR una fuerte tormenta que no daba tregua." Por ejemplo.
    Aqui creo que la ciudad no amanece POR, si no Junto o Con, creo que la tormenta acompaña en vez de ser una causa.
    Si tienes mail, pasalo asi contactamos en caso de que te interese.

    Te dejo mi blog: http://vilbrebaje.blogspot.com/

    Saludos

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  5. Me alegra que estés compartiendo lo que escribís, es una manera de aprender recibir críticas y consejos. Un abrazo y seguí escribiendo!!

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  6. Jack: mi msn es pablom_15@hotmail.com, me gustaria hablar mas adelante, gracias x la correccion, ya t sigo en tu blog

    eugenia: gracias x pasarte, me gusta mucho como escribis y tu blog, cuando quieras hablamos, saludosss

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. Pablo: muy buena la idea del relato.
    Como han escrito Leandro y Jack, seguramente hay cuestiones que corregir y mejorar, como nos pasa a todos aquellos que somos escritores amateurs y que tenemos a las letras como uno de nuestros hobbys, como es mi caso, y no como nuestro medio de vida... por lo menos por ahora, je, je, quién sabe en el futuro...
    Te doy una opinión, con sumo respeto y desde mi humilde lugar como lector de "El hombre del paragua gris". Por ejemplo, en el párrafo "...Muchas de las calles habían quedado inundadas, haciendo que el agua les llegue hasta las rodillas a sus habitantes que caminaban por las mismas..." se te mezclan verbos conjugados en pasado ("habían", "caminaban"), con uno conjugado en presente ("llegue"); opino respetuosamente, que el mismo podría quedar redactado "...Muchas de las calles habían quedado inundadas, haciendo que el agua llegara hasta las rodillas de los habitantes que caminaban por las mismas...".
    Espero que mi humilde opinión te sirva de algo y, si no, no hay problema, se descarta de plano...
    Un abrazo desde un rinconcito pequeño de mi Argentina querida...
    P.D.: suprimí el otro comentario, idéntico a este, porque había olvidado escribir la palabra "opinión" en el anteúltimo párrafo :)

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  9. bueno me alegro q te halla gustado el relato, ya corregi esa parte, no me habia dado cuenta de ese error, despues paso x tu blog, saludoss

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